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Del anciano FUNAKOSHI cuentan que fue ágil, fuerte e intelectualmente activo a pesar de su edad. Hoy que podemos ver en dos clips a esos sensei de Okinawa dando sus clases, demostrando kata y entrenando nos podemos hacer una idea de cómo fue Funakoshi. Todos ellos se enfrentan a la vejez activos, con proyectos buscando una muerte viva. Todos ellos pasaron por las etapas que corresponden con el concepto SHUHARI 守破離 . Casi todos los practicantes de karatedo podemos distinguir esas etapas en nuestro propio camino o en el de otro tanto si van más adelante o detrás de nuestra presente. Este camino que vamos transitando tiene como otro cualquiera sus estaciones y también sus peligros donde podemos estancarnos o fracasar en la búsqueda de la inalcanzable meta. En el comienzo del viaje de aprendizaje nos limitamos a observar, copiar y preguntar en raras ocasiones el como se hace, casi nunca los porque se hace. Romper está cáscara de seguridad del no cuestionarnos nada y dar un primer paso evolutivo hacía una segunda fase del aprendizaje requiere el enfrentar a un primer enemigo. El salir al camino y enfrentarnos a un bosque de dudas, que puede atemorizar a cualquiera. En nuestra primera etapa de formación obligatoriamente somos dependientes, y recibimos premios y castigos, nos dicen que hacer, cuando, como, cuánto y estamos protegidos en esa etapa. La seguridad de la dependencia y el confort de está, no a pocos les cuesta romper por miedo. Este miedo es el primer enemigo que nos puede vencer y devolvernos a la seguridad del dependiente o hacer que abandonemos el viaje. Si decidimos dar el paso vamos dejando atrás la claridad de no tener dudas y sumergirnos a la oscuridad del bosque de dudas. Pero como todos los bosques este tarde o temprano nos va a llevar a un claro y las dudas que nublaban nuestra visión se van disipando. Con la claridad se deja atrás el miedo de avanzar y del bosque de dudas surgen las respuestas para quien pueda encontrarlas para salir de el. El fin de las dudas nos brinda una nueva sensación de seguridad, la seguridad de tener todas las respuestas y de haber llegado al final del camino. Está nueva seguridad nos da la libertad de hacer y decidir, de decir y de dictar a otros que hacer, cuando, como, por qué ya sabemos los porque. Salir del oscuro bosque de las dudas hacía la luz del valle donde están las respuestas nos puede hacer creer que en este valle debemos construir nuestro propio castillo y sentarnos en nuestro propio trono. . Estos dos nuevos enemigos que son el fin de las dudas y el sitio de poder que en nuestro karatedo es ser el sensei de un grupo, escuela y ser la persona capaz de enseñar la doctrina a otros. Capaz de de premiarlos o castigarlos a nuestro capricho, estos 2 venenos como el primero veneno el miedo ya olvidado, pueden detener el avance, estancarnos en nuestro trono y dejar de aprender. Los antídotos son no olvidarse de la sorpresa de cuando aprendimos algo por primera vez y no olvidarse de las virtudes de la humildad.